El reflujo gastroesofágico es una afección en la que los ácidos del estómago regresan al esófago, provocando síntomas molestos como ardor, dolor en el pecho y regurgitación. Si bien muchas personas pueden experimentar episodios ocasionales de reflujo, en algunos casos este problema se vuelve persistente y severo, afectando significativamente la calidad de vida del paciente.
Cuando el reflujo se presenta de manera frecuente y los tratamientos convencionales no logran controlarlo, se considera un reflujo gastroesofágico severo. Esta condición no solo causa síntomas incómodos, sino que también puede derivar en complicaciones graves, como esofagitis erosiva, estrechamiento del esófago e incluso esófago de Barrett, una alteración precancerosa.
El reflujo severo suele estar relacionado con un mal funcionamiento del esfínter esofágico inferior, la válvula que separa el estómago del esófago, permitiendo que el contenido gástrico ascienda sin control. Además, en muchos casos está asociado con la presencia de una hernia de hiato, que agrava el problema al desplazar el estómago hacia el tórax.
Si bien algunos pacientes logran aliviar sus síntomas con medicación y cambios en el estilo de vida, en otros casos estos métodos resultan insuficientes y es necesario recurrir a una solución definitiva. La cirugía laparoscópica representa una alternativa altamente efectiva para restaurar la función del esfínter esofágico y eliminar el reflujo, permitiendo al paciente recuperar su bienestar y mejorar su calidad de vida de manera duradera.
Cuando el tratamiento médico no logra controlar el reflujo gastroesofágico severo, la cirugía laparoscópica se presenta como una solución eficaz y duradera. Este procedimiento mínimamente invasivo, conocido como funduplicatura, refuerza la función del esfínter esofágico inferior, impidiendo el ascenso del ácido gástrico y eliminando los síntomas de la enfermedad.
A través de pequeñas incisiones en el abdomen, el cirujano accede a la zona afectada con instrumentos de alta precisión, minimizando el dolor postoperatorio y acelerando la recuperación. La cirugía permite restaurar la calidad de vida del paciente, evitando complicaciones a largo plazo y reduciendo la dependencia de la medicación antiácida.
Pacientes atendidos
Si sufre de reflujo gastroesofágico severo y los tratamientos convencionales no han sido efectivos, la cirugía laparoscópica puede ofrecerle una solución definitiva.
Antes de someterse a la cirugía, cada paciente debe pasar por un proceso de evaluación multidisciplinario que incluye diferentes estudios médicos y valoración por parte de varios especialistas. Este protocolo es esencial para garantizar que la intervención sea segura y efectiva.
El proceso de evaluación incluye:
Este proceso de evaluación es clave para seleccionar a los pacientes adecuados y garantizar que obtengan los mejores resultados posibles tras la cirugía.
Sí, aunque la cirugía es una herramienta muy efectiva para la pérdida de peso, los resultados dependen en gran medida del compromiso del paciente con los cambios en su estilo de vida. En algunos casos, si el paciente vuelve a hábitos alimenticios poco saludables o no sigue las recomendaciones médicas, es posible recuperar parte del peso perdido.
Algunas de las razones por las que un paciente podría volver a ganar peso incluyen:
Por esta razón, el seguimiento médico y nutricional tras la cirugía es fundamental. El Dr. Alberto de la Rosa ofrece un acompañamiento continuo a sus pacientes para garantizar que mantengan hábitos saludables y obtengan los mejores resultados a largo plazo.
La cirugía es una herramienta efectiva para perder peso, pero su éxito a largo plazo depende en gran medida de los cambios en la alimentación y el estilo de vida del paciente. Después de la cirugía, es fundamental seguir un plan nutricional adecuado para garantizar una recuperación segura y evitar complicaciones.
Los primeros días tras la intervención, la dieta es completamente líquida, seguida de una fase progresiva de alimentación blanda hasta que el paciente pueda incorporar alimentos sólidos. Es crucial aprender a comer porciones pequeñas, masticar bien los alimentos y evitar bebidas carbonatadas y comidas ricas en azúcares o grasas.
Además, es imprescindible:
En cuanto a la actividad física, es recomendable comenzar con caminatas suaves después de la cirugía y aumentar progresivamente la intensidad del ejercicio según la tolerancia del paciente. Un estilo de vida activo es clave para mantener los resultados obtenidos con la cirugía y prevenir la recuperación del peso perdido.
Si bien la cirugía laparoscópica de obesidad y metabólica es un procedimiento seguro cuando es realizado por un cirujano experimentado, como cualquier intervención quirúrgica, no está exenta de riesgos. Entre las complicaciones más comunes se encuentran:
Para minimizar estos riesgos, el Dr. Alberto de la Rosa realiza una evaluación exhaustiva de cada paciente y proporciona un seguimiento detallado para garantizar una recuperación segura y una adaptación óptima a los cambios en el estilo de vida.
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